Llevo más de una hora sentada frente a mi computadora, posponiendo de toda forma consciente e inconsciente la realización de mis tareas pendientes... experimentando una extraña sensación ubicada en mis costillas a la que nunca había puesto tanta atención como en la última hora; supongo que así se siente la negación…
Creo que escasas veces en mi vida he envuelto la responsabilidad junto con la voluntad en la misma bolsa para dejarlas sencillamente a un lado. De lo que estoy segura es de que jamás me había tomado la molestia de asignar una sensación específica a esta situación al a que después de tantas vuletas resolví llegar esta tarde.
Probablemente mi estado de ánimo es causa del trabajo excesivo, del cansancio o del fastidio… y mi resolución actual es por mucho: transitoria… yo prefiero pensar que adquirí una mayor capacidad de disfrutar los domingos y los minutos de tranquilidad en mi vida, sin dejar de mencionar lo agradable que es sentirse más ligera por un rato.
Aunque innegablemente en algún momento de este mismo día me voy a ocupar de los asuntos pendientes, ha sido para mí de gran importancia declarar oficialmente lo mucho que he disfrutado de esta última hora en la que me concedí no mover un dedo sin una sola culpa encima.
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1 comentario:
Me da mucho gusto leer acerca de que has logrado liberarte aunque sea por un rato de la carga continua de la responsabilidad de cumplir con todo y con todos y además hacerlo de la mejor manera, no pocas veces a costa de tus horas de sueño y de descanso.
Creo que siempre estás en el camino de la superación y esta parte era muy necesaria, a ti no se necesita impulsarte para que cumplas, más bien para que descanses.Cada personas es distinta, y tu eres una muy grande.
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