Durante suficiente tiempo de mi carrera en una escuela profesional de arte, ha existido en mí la gran inquietud de encontrar una definición que marque la diferencia entre los profesionales del ballet y aquellos que asisten a sus respectivas clases semanales de danza como un complemento formativo...
Ya que sin menospreciar a los alumnos amateurs de esta disciplina ni mucho menos a los maestros que se dedican a impartir este tipo de enseñanza no formal (pero muy digna en muchos casos), no puedo evitar apretar el seño cada vez que me topo con "primeras bailarinas" hasta por debajo de las piedras. Y es que aproximadamente el 85% de las mujeres con las que he entablado una conversación acerca de la profesión que elegí (docente de danza clásica) se declaran bailarinas retiradas sólo porque asistieron a algunas clases de ballet por un periodo no mayor a 8 meses!... durante su MUY temprana infancia!!!
¡Y claro... estamos a favor de la difusión cultural y en pro de la danza! pero, es sencillamente desesperante ver cómo la sociedad entera no tiene ni idea de lo que la carrera de un bailarín profesional significa.
Es por eso que en la última visita de la respetable maestra. Silvia Susarrey a la ciudad de Monterrey escuché en una de sus clases el término perfecto que acabó con mi aflicción por el asunto: "CLASES DE BALLET CULTURAL"
Porque yo había pensado en algo así como ballet aplicado a la sociedad o danza formativa complementaria... pero, ¡clases de ballet cultural! lo contiene todo siendo precisamente la finalidad que las academias y pequeñas escuelas de danza clásica no profesionales tienen: culturizar al público para que tenga la capacidad de apreciación correcta hacia esta bella arte. Labor que es por demás importante y necesaria para la supervivencia de la buena danza clásica.
De tal manera que habiendo establecido la diferencia, y hasta encontrado un término que desahoga mi ansiedad (gracias maestra), invito a todos aquellos que aman la danza, como forma de vida o en sus tiempos libres, a propiciar un acercamiento cada vez más estrecho con el fin de lograr valorar y ser valorado como profesional preparado, artista entregado o público conocedor.
Ada Campos
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1 comentario:
Me parece muy acertado el comentario de la maestra Silvia Susarrey, pues asemejandolo con la informática si no hubiera usuarios interesados en el cómputo de uso básico, no tendriamos trabajo los programadores. Regresando a la danza, pregunto, aparte de Cuba ¿que otro país latinoamericano consideras que tenga importante influencia en la impartición acádemica de la danza clásica en México?.
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